Así como con la forma de hablar y el vocabulario de un individuo podemos percibir su interior, su formación y su desarrollo personal, así mismo, en una pieza gráfica a través de la tipografía podemos determinar la personalidad, la intención y el carácter de quien nos está hablando a través de ésta.
La tipografía tiene un valor muy importante en una pieza de comunicación, ya que, junto con la imagen seleccionada y la estructura de la composición determina el valor del mensaje para el público objetivo. Una tipografía mal seleccionada o con un tratamiento inapropiado puede hacer que la pieza gráfica tome un camino insospechado, un camino que puede afectar directamente la imagen de quien busca transmitir el mensaje.
La tipografía siempre será la voz y el léxico de quién habla a través de ella.